Archive for the ‘Lo ominoso’ Category

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Las comunidades imaginarias.

octubre 24, 2013

fred rose map

Una de las caras de lo familiar se teje con los vínculos imaginarios que tendemos entre nosotros aún sin conocernos. Benedict Anderson se encontraba en Indonesia cuando el presidente Suharto mandó asesinar a una gran cantidad de integrantes del gobierno y de la población civil. El presidente Suharto alegó que la masacre en realidad era la supresión de un golpe de estado comunista en proceso. Benedict Anderson cuestionó la verdad oficial en un artículo mostrando otra relación de los hechos desquebrajando la ya dañada imagen de Suharto frente al pueblo. Como en 1984 pero en 1965 el régimen lo instaló en sus cuarteles y le presentó la verdadera verdad del régimen, sin embargo él mostró un significativa incapacidad para convencerse por lo que el régimen comenzó a perseguirlo hasta el exilio. Al buscar la comprensión de lo que le había sucedido bajo el fervor del momento notó que era muy escasa la bibliografía acerca de la comunidad imaginaria que le había hecho padecer, la nación. La bibliografía no sólo era escasa sino que el estudio de la nación no se había incluido en los diferentes campos de estudio y en cambio parecía haberse dado por hecho, a tal grado que filósofos, sociólogos, geógrafos y ciudadanos de a pie no habían llegado a preguntarse por esa comunidad cuya existencia los hermanaba profundamente.

Teóricamente deriva el problema al marxismo en cuyo sistema la nación es un aparcelamiento anómalo, y como tal fue excluida de su campo. En Imagined Communities – Reflections on the Origin and Spread of Nationalism, Anderson propone que la nación es una comunidad política imaginaria, imaginada como limitada y soberana. Es imaginaria debido a que hermana aún a quien no se conoce bajo la ilusión de una comunidad formada por presión institucional que al mismo tiempo da forma a las instituciones atribuyendo una identidad imaginaria de creencias, actitudes, opiniones y sentimientos comunes al grupo. La nación es imaginada como limitada menos por la división geográfica que por la existencia de otras naciones frente a las cuales diferenciarse. La nación es imaginada como soberana, no sometida, porque fue ideada en el siglo XVIII para remplazar las opresivas estructuras de poder monásticas y religiosas para imaginarse libres y soberanos en un territorio determinado. La nación es una comunidad ya que nos mueve a considerarnos camaradas, iguales, inscritos en una estructura de poder horizontal que vale la vida y la muerte para ser defendida y en la guerra ganar la supremacía internacional. La globalización se plantea desde esta óptica como una empresa que reinstaura al menos en la fantasía la ruptura de la hermandad entre naciones. Y una nueva posibilidad de libertad y soberanía.

En Tótem y Tabú Freud imagina el origen de la cultura y se remonta a los tiempos de las hordas primitivas y cómo podría pensarse la razón por la que se agruparon y prosperaron fraternizando, una explicación cultural del súper yo. Para él la historia se remonta al hecho natural de que las primeras agrupaciones se daban en torno a un macho superior que tenía derecho de disponer de la vida de sus seguidores y de las mujeres del grupo a su antojo. Esta organización estaba destinada a que cíclicamente el macho en cuestión fuese asesinado feamente por otro que deseaba ocupar su lugar como padre de la comunidad. Freud propone que eso sucedió hasta que los menos favorecidos se agruparon entre sí y tramaron el asesinato del aberrante padre tan de mala manera que los sobrecogió el horror del asesinato y el sentimiento de abandono que experimentaron que movidos por una culpa terrible abolieron el deseo de encarnar las fantasías que amenazaban con llevarlos a ocupar ese lugar tabú y al cruel destino que comportaba. Cada uno de ellos quedó identificado con el padre perdido y dentro de sí quedó el asesino que prohibía con la venganza un nuevo crimen, el súper yo. En cambio sería posible tener gratificaciones que no llevaban por ese camino pero que nos ofrecían un sustituto de esas intenciones en un intercambio de poder más civilizado con el otro, principalmente a través de la comunicación simbólica y verbal. Desde entonces no se encarna al padre ni se es la ley sin que se les someta colectivamente en un frenesí nacionalista, como a Suharto o Mussolini. El inicio de la cultura se funda en el asesinato del padre primordial que permitió la representación simbólica y la diferenció de la acción. En vez de actuar pensar, fantasear, crear, jugar, hablar.

Para Anderson el momento clave en la modernidad fue el nacimiento de la prensa escrita y la difusión capitalista de la literatura, privilegiados procesos de significación de la realidad que encontraban la posibilidad de rápida difusión a partir de mejores medios de comunicación y transporte y que permitían  de una manera profundamente nueva relacionarse y experimentar el pulso de la modernidad al compartir una realidad internacional surcada por profundas diferencias nacionales. Los trenes se llenaron de gente que sentía que leía la misma información que todos sus connacionales y se afianzó el desarrollo de la nación y las instituciones que nos permiten ejercer nuestros procesos de identidad y de relación con lo abyecto al participar de los conflictos del país o de nuestras múltiples asociaciones e íntimas comunidades imaginarias.

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Space & Place

octubre 4, 2013

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Se habla mucho del viraje conceptual que ha tenido lugar en el campo de las humanidades, la sociología, la literatura y los estudios culturales. Dicho viraje se tiende a plantear generalmente como la caída del sistema positivista que llegó a imperar hasta la década de 1970 en prácticamente todos los campos de estudio. La geografía no ha sido la excepción y en los últimos 30 años se ha caracterizado por ser el terreno de las discusiones sobre la noción de espacio que tanto necesitan las demás disciplinas para estudiar las distintas caras de lo virtual. Al mismo tiempo la geografía física y descriptiva se ha abandonado en favor de maneras nuevas de pensar nociones fundamentales como espacio y lugar.

Ambos conceptos, espacio y lugar, se han convertido en conceptos totémicos para quien busca explorar las relaciones sociales, políticas, económicas y culturales de la posmodernidad. El espacio se ha convertido en el «todos lados» del pensamiento moderno como destaca Thrift, uno de los pensadores del espacio más influyentes en el tema. Para los geógrafos físicos y en general para la persona común la noción predominante de espacio coincide con el llamado «espacio absoluto», donde los fenómenos son entendidos como preexistentes a su lugar en el espacio. En el discurso popular espacio y lugar son tomados como sinónimos de términos como área, medio y región. Estos conceptos están en la base de nuestras investigaciones y se habían dado por supuestos inamovibles del sistema conceptual.

Los geógrafos fueron los primeros que explícitamente abordaron la problemática al ser necesaria una deconstrucción de los mapas y la geografía a términos sociales. La geografía ha pasado por tres grandes épocas a lo largo de su historia. Desde sus orígenes hasta la era de la navegación moderna se abocó a la descripción y representación de territorios así como los medios para orientarse en el territorio, De la ilustración al siglo XVIII se centró en la exploración sistemática del globo y, como tercer gran momento, a partir del siglo XIX se centra en la exploración de la geografía institucional, la de las grandes organizaciones de poder y de la ideología.

Hasta la década de 1970 los geógrafos sociales consideraban el espacio como una especie de continente neutro que era llenado por las actividades humanas. Dicho espacio absoluto es una comprensión euclidiana del espacio por medio de la situación de cordenadas x, y , z sobre el plano de vacío.  Esta concepción empirica del espacio permitía pensarlo con independencia de lo humano y entenderlo como continente de comportamientos y prácticas humanas si alguno pasaba cerca, un telón de fondo privado de poder y actividad. Ya desde 1950 y 1960 esta concepción se vio modificada por los geógrafos que querían imprimir un viraje humanista en la geografía y que buscaban principios y leyes espaciales para usarlos como predictores de comportamientos sociales que podían ser mapeados a través de la estadística. Esto representó dentro de la geografía una revolución cuantitativa. Si bien no todos los geógrafos se vieron seducidos por el enfoque cuantitativo la proliferación de estudios basados en la estadística actuó como el siguiente gran paradigma del plano geográfico. Se hizo énfasis en tres conceptos centrales en esta nueva apreciación del espacio: dirección, distancia y conexión. Todas las cosas podían explicarse por sus relaciones con estos tres conceptos y podían distinguirse patrones y ser abstraídas en modelos teóricos para dar cuenta de las interacciones humanas reduciéndolas en el proceso a movimientos, redes, nodos, infinitas jerarquías que se relacionan invisiblemente sobre la tierra, una ideología sistémica.

Como reacción a este tipo de análisis se desarrolló a partir de herramientas de la psicología general un enfoque centrado en  el comportamiento consciente y el papel que dichas conductas tienen en la organización de nuestra experiencia social. Si bien este tipo de conocimiento es satisfactorio desde el punto de vista positivista la crítica de fondo indica que el sistema únicamente consiste  en cambiar conceptos de distancia absoluta por conceptos de distancia subjetiva por lo que en la década de los 70 se abandonó en favor de un enfoque en que el espacio entraba en vinculación con conceptos sociales y era al mismo tiempo producido y consumido en la interacción, un desarrollo propio del materialismo histórico que se ha visto replicado en las humanidades. Surgió un nuevo ímpetu por lo urbano en el que se buscaba relacionar la urbanización con los mecanismos de mantenimiento de la estructura capitalista mostrando como la ciudad concretizaba las diferencias de clase. Surgen en esta época geógrafos económicos que junto a quienes trabajan en las pequeñas localidades marginadas de las rutas de poder comienzan exponiendo cómo la división espacial del trabajo perpetuaba las estructuras capitalistas o cómo a nivel internacional la división del trabajo depende de las estrategias geopolíticas de los distintos países de acuerdo a su posición en el globo.

La cumbre de este pensamiento marxista lo constituye el pensamiento de Henri Lefebvre en donde el espacio es producido socialmente. Lefebvre argumenta que el espacio absoluto no puede existir porque en el momento en que es colonizado por la actividad social se ve relativizado e historizado. Cada sociedad y cada modo de producción produce su propio espacio, hay espacios abstractos del capitalismo, los espacios sagrados de las sociedades religiosas que los preceden y espacios contradictorios y diferenciales que aún están por venir. Lefebvre muestra cómo pensar en el supuesto del espacio absoluto es un producto generado en los espacios abstractos relativizados del capitalismo. En oposición a este tipo de pensamiento propone una trialéctica de la espacialidad que explora las relaciones y cruzamientos entre las prácticas culturales, las representaciones y las imaginaciones. Abandonando la perspectiva del análisis de las cosas en el espacio absoluto concibe el espacio como producido o elaborado por la triple dialéctica entre el espacio percibido, el concebido y el vivido. Aquí el lugar se diferencia del espacio, el lugar es creado por prácticas de representación y las actividades e imaginaciones asociadas a los espacios sociales.

Para la mayoría de los geógrafos el lugar se piensa como un espacio definido por la práctica social.  Los lugares son desde esta perspectiva lo que se extraña y con los que se establece pertenencia e identidad en nuestras localidades. Esta noción de lugar es coincidente con la noción positivista de espacio absoluto en la que se define como contenedor o territorio de intercambio. Este tipo de pensamiento fue puesto a prueba por geógrafos humanistas que se oponían a la noción positivista de espacio, un espacio sin gente, un espacio muy distinto al que habita el humano, un espacio de significado. Yi Fu Tuan comenta como el lugar no tiene ninguna escala particular asociada a él, sino que es creada y mantenida a través de campos de cuidado geográfico producto del apego emocional y la necesidad humana. En su teoría se usan los conceptos de topophilia y topophobia para dar cuenta de las relaciones de la gente con los lugares, su trabajo introdujo en la geografía la sensualidad, la dimensión estética y emocional al espacio aunque desde una perspectiva individualista.

Thrift indica que la noción de lugar está en estrecha vinculación con procesos de materialización, encarnación, embodiment. Por desgracia los métodos humanistas para representar la experiencia multisensorial del mundo dan cuenta parcial de una realidad más amplia de la relación con el cuerpo y del cuerpo con los lugares significativos. Desde esta ideología se buscaría «encontrarse en su sitio»,un continuo de actividades cognitivas y corporales en continuo movimiento mientras la gente encuentra un cierto tipo de balance. Estos procesos no pueden ser descritos ni registrados por medio del lenguaje y el discurso, es una teoría no representacional. Se da máxima importancia a la naturaleza precognitiva de estar en el mundo, como sentir seguros los lugares cercanos o inseguros los espacios amplios, propone centrarse en las prácticas y conocimientos implicados en la relación con el espacio diariamente. Estos conocimientos son desarrollados hacia las geografías del cuerpo implicadas en los estudios sobre las diferencias de clase, género y diferencia racial. El lugar es visto como producido a partir de los ritmos del ser que confirma y naturaliza la existencia de ciertos espacios. Los flujos en los lugares de tránsito.

La tradición estructuralista piensa el espacio como una entidad compleja situada y limitada por fuerzas tanto dentro como fuera de su frontera. Se advierte del peligro de pensar el espacio como un terreno prepolítico y no ver el lugar y el espacio como producto de fuerzas opresivas y relaciones sociales. Doreen Masey introduce el concepto de Noción progresiva de lugar. Para ella el lugar es el lugar de cruce de una multiplicidad de geometrías de poder que operan en distintas escalas de espacialidad, desde el cuerpo a lo global. Los lugares están constituidos por la intersección de relaciones sociales, políticas y económicas dando origen a montones de espacialidades. Los lugares y las relaciones dentro y alrededor de ellos  son el resultado de diferentes arreglos de poder, individual o institucional, imaginativo o material. Este razonamiento introduce una noción de porosidad de las estructuras y da cuenta de la interrelación entre distintos lugares, lugares múltiples, fluidos e inciertos. Nunca unidades territoriales dadas. El trabajo en esta línea ha prosperado dando cuenta de los flujos e intercambios entre lugares dando luz a múltiples mobilidades en la interacción global, una geografía relacional que se vuelve necesaria en el siglo XXI.

En este siglo que comienza se presenta la influencia de dos corrientes de pensamiento influyendo el debate: el pensamiento marxista con su vinculación entre cultura y la creación de lugares de dominación y resistencia. El otro es el pensamiento basado en la creación del espacio propio de la escuela de Berkeley, inscrito en la prácticas de lugar, la organización del espacio social. Ambos se centran en la producción cultural del espacio y en la creación de la cultura. Ambas destacan el papel de la resistencia y el poder cotidiano y las políticas de la representación. Se dice que la cultura no toma sitio sino que hace sitio.

La atención hacia la naturaleza contingente del espacio ha problematizado otras nociones dadas por hecho y que tienen que ver por lo general con el entendimiento binario que tenemos del mundo: el self y el otro, cerca y lejos, blanco y negro, naturaleza y cultura, en geografía la oposición norte y sur o lo oriental y lo occidental, procesos geopolíticos de resistencia y poder, de diferencia cultural que se basan en metáforas espaciales y territoriales. Los estudios geográficos centrados en el lenguaje y la representación han permitido que lo que estaba centrado en el estudio de mundos políticos, culturales y sociales haya decantado hacia el estudio geográfico de la identidad o la subjetividad centrándose en las contribuciones psicoanalíticas de Klein, Kristeva, Winnicott, Lacan y Judith Butler para expresar cómo parte del self se proyecta en lugares mitad reales mitad fantasía. Desde la postura del psicoanálisis se revela que el inconsciente se plasma en el espacio de manera harto relevante para la constitución del género y las identidades sexuales, procesos que se juegan en las geografías simbólicas y materiales de la vida cotidiana donde la mente implementa estrategias para sostener su propia estructura y su relación con el mundo.

Otra discusión de alto vuelo actualmente en la conceptualización del espacio es lo referente al problema de la escala. Una de las nociones más difundidas es la interacción entre los procesos de globalización y las identidades locales de lugar, las cuales se están viéndose socavadas por la diseminación de repertorios estandarizados de bienes, imágenes y estilos de vida, el espacio se ve aniquilado por el tiempo y la rápida sucesión de circunstancias, el lugar se torna un no-lugar debido al flujo acelerado de gente y bienes dejando de actuar como ciudades con una cultura real. Estos cambios significan tanto el ominoso fin de la historia como la muerte de la propia geografía, una geografía sin territorios o de lo virtual. Desde la óptica de la globalización la creación de lugares es crucial para perpetuar los procesos de acumulación de capital, se introducen  las nociones de mobilidad y fijación alojadas cada vez más en imágenes, no en lugares. El tráfico en las cosas permiten que los consumidores negocien el significado y afirman un sistema de diferencias en donde se piensa junto a Gilles Deleuze que el mundo está en continua territorialización y desterritorialización. El espacio y el lugar comienzan a ser pensados como entidades frágiles, hechos y rehechos constantemente, en proceso de advenir constantemente donde no hay un espacio exterior constitutivo de un adentro.

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Esto procede de nuestro medio: tiene que ser así, puesto que del exterior no pueden llegar más que palabras.

enero 30, 2013

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A pesar del placer que me depararía pasearme con el lector por el universo de Ubik hablar de esta novela de Phillip K. Dick desvelando el misterio que se anuda a su trama es una tarea poco ética. Más allá de estar preocupado por contar la historia a quienes gustan de sorprenderse leyendo un libro, la naturaleza misma del libro exige que cada quien interprete y represente la atrayente realidad de esta novela. Por lo general no me molesta que la gente me cuente películas y libros, incluso cuando revelan el final de una historia policiaca o los pasos que conducen al detective a la identidad del asesino, creo que el disfrute está en el recorrido y en lo que no se puede contar: en la literatura, en el cine, en la experiencia de mirar el cuadro y andar por su textura.

La novela narra la historia del personal de Runciter Asociados, una organización que se dedica de manera comercial a la eliminación del espionaje psíquico. El grupo está formado por doce psis que utilizan sus particulares poderes para neutralizar la influencia de las organizaciones de psíquicos dedicados al espionaje, a entrar a la mente de las personas para obtener información privada que tiene gran valor para quienes contratan sus servicios. El señor Runciter le llama a sus psíquicos inerciales y su método de operación consiste en medir el campo psi que generan los espías a cargo del señor Hollis, presidente de la compañía que busca explotar la superioridad psíquica, para posteriormente reunir el número de inerciales que crearán un contracampo en el que se enfrentarán internamente a los hombres de Hollis, una guerra comercial que se desarrolla en un ámbito del mercado  en el que ambas organizaciones son el benchmark del ramo. Telépatas, precos, médium y telekinéticos encuentran en ambas organizaciones la posibilidad de prestar un uso a sus poderes. Al inicio de la novela los precos de Hollis y de otras organizaciones han estado desapareciendo espontáneamente de los lugares de vigilancia dejando a la organización de Runciter en gran incertidumbre sobre los motivos de la retirada. Previendo las dificultades que se avecinan y con el negocio parado a causa de la baja actividad psiónica de las compañías rivales, Runciter decide visitar a su esposa Ella en un moratorio de Zurich, ciudad conocida por el alto grado de especialidad en esta clase de servicios. En un moratorio uno puede hablar con una persona que se encuentre en un estado de semivida. Al morir una persona es posible contratar los servicios del moratorio en el que el cadáver de la persona es preservado de la degradación y puesto en comunicación con quienes aún continúan con vida. El proceso de comunicación consume las reservas vitales del semivivo por lo que el tiempo disponible para hablar es atesorado por ambas partes y su duración disminuye con el tiempo y conlleva siempre un deterioro en el que la conversación que se entabla es cada vez menos coherente y se llena paulatinamente de ruido hasta que se vuelve imposible hablar con las personas y se les declara oficialmente muertas. Ella, la esposa de Runciter se halla en estado de semivida y ejerce desde ese plano su poder como socia principal de su esposo, toda decisión importante sobre el futuro de la empresa debe ser consultada con ella. A veces conforme la gente se deteriora en la semivida comienza a haber interferencia de otros semivivos a los que quizá sus seres queridos no visiten con frecuencia, en el moratorio de Zurich esta Jory, un quinceañero que no parece debilitarse a causa de su gran vitalidad y a la tierna edad de su fallecimiento, a veces entra en comunicación a través de otros semivivos para pedir noticias de la evolución del mundo exterior, un mundo en el que los aparatos son subsidiados por el gobierno pero que para usarlos hay que insertar monedas en los electrodomésticos que hay en casa e incluso en la puerta del propio departamento para que se abra. Ella recomienda a Runciter prepararse para una ofensiva y contratar él mismo los servicios de un preco de Hollis que intente atisbar en las brumas del futuro siempre cambiante cuál será su destino.

Al mismo tiempo Chip, el técnico de medición del campo psiónico y mano derecha de Runciter, entrevista  a Pat, una bella muchacha que aspira a formar parte de Runciter Asociados. Su habilidad es rara y resulta desconocida hasta por los especialistas de la empresa. Pat tiene la facultad de viajar en el tiempo, no exactamente a lo largo de una cadena histórica de los acontecimientos ya que evidentemente no existe ni pasado ni futuro al que se pueda viajar. Pat tenía padres precos por lo que generalmente recibía sus castigos por travesuras que aún no había concebido “esta semana estás castigada por el jarrón que vas a romper el domingo”. Como método para contrarrestar los poderes de sus padres, en uno de los mencionados castigos anticipados ella decide pensar en el problema del jarrón y de alguna manera al concebir la existencia de un jarrón intacto tras haberse roto consiguiendo evitar vivir en la línea temporal que se desprende de la fractura del jarrón para asentarse en otra realidad en la que el jarrón nunca se rompió. Al final de la entrevista Chip no cree ni una palabra de lo que dice hasta que ella lo interrumpe y le entrega el diagnóstico de la medición de habilidades que Chip está realizando en ese momento, el informe indica que no será contratada y Chip reconoce su letra y la terminología secreta de la empresa y desde luego el veredicto que le tenía destinado. Queda convencido de su poder y decide contratarla como personal que pudiera resultar peligroso para la empresa. Dos días después sin saber de qué manera se encuentra casado con ella desde hace varios años.

Poco tiempo después un magnate busca los servicios de Runciter asociados. Stanton Mick se ha enriquecido con la explotación mineral y con la edificación de los primeros asentamientos en la luna, teme ser víctima de espionaje psíquico y ofrece una gran cantidad de dinero para Runciter Asociados. Con sus inerciales sin trabajo Runciter se dirige con ellos a la luna pero cuando llegan descubren que la amenaza psiónica es inexistente. Cuando el señor Stanton Mick se presenta para aclarar la situación y es confrontado por Runciter, Mick se revela como un ciborg que se hace estallar matando a varios de los psíquicos y dejando a Runciter al borde de la muerte. Consiguen volver a la tierra y habiendo muerto durante el viaje meten a Runciter al moratorio en el que está su esposa. A partir de ahí la trama se rompe y se convierte en algo completamente inesperado ya que mientras los empleados de Runciter investigan la manera en la que Hollis les tendió la trampa la realidad cotidiana comienza a alterarse y a degradarse rápidamente involucionando hacia el pasado en donde lo antiguo comienza a invadir los espacios contemporáneos, el avance tecnológico emprende la carrera hacia el pasado, los cigarrillos y la comida están podridos y aparecen distintas manifestaciones de Runciter (los billetes en circulación de pronto tienen su efigie)mientras algunos de los psíquicos comienzan a morir secándose (literalmente) hasta convertirse en momias de varios años de antigüedad.

La primera mitad de la novela transcurre por esta línea y resulta paradójico encontrarse en familiar compañía de algunos de los conceptos que se han vuelto lugar común en la ciencia ficción justo cuando Phillip K. Dick los ideó y popularizó a partir de su obra. Dentro de las ideas que resultan muy atractivas en esa parte de la novela es el concepto de semivida, ciertamente una idea brillante que por un momento uno teme ver caer en mal uso pero que se desarrolla insospechadamente lo largo de la novela. A partir de la explosión se vuelve imposible saber a qué se enfrentan los psíquicos y a medida que se va complicando la trama nunca hay una solución esperada; lejos de solucionarse las cosas se van llevando al extremo hasta que la realidad de la novela adquiere proporciones apabullantes.

La narrativa de Phillip K. Dick es sencilla y sin pretensiones estilísticas, su discurso es coloquial y lineal, elemental, pero a medida que se desarrolla la historia se van superponiendo capas de realidad de una manera simple y agradable hasta que sin saber cómo el lector habita una de ellas.

La impresión que me despertó fue como ver a través de una ventana en la que el paisaje ha sido sustituido por un póster, como los que hay en algunos cuartos  de hotel con mala vista o en la exhibición de plantas tipo de edificios habitacionales y que tienen por objeto desdibujar la realidad a partir del paisaje simulado.

En eso uno se acerca y no es una fotografía, es el paisaje hipernítido  y ya nunca vuelve a estar en el mismo lugar.

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T ó t e m + T a b ú

marzo 29, 2011

Bajo el sol jaguar es una colección de relatos que se centra en la exploración del ámbito de las sensaciones. Consta de tres cuentos que corresponden a tres de los cinco sentidos: El nombre, la nariz; Bajo el sol jaguar (El gusto) y Un rey a la escucha. Italo Calvino no terminó la colección con los sentidos restantes, vista y tacto (¡Qué pérdida!).

En El nombre, la nariz convergen las historias de tres hombres en diferentes épocas en el hallazgo de la fragancia de una mujer perfecta para el deseo y que luego sufren la pestilencia de la muerte. Uno de los hombres es un caballero victoriano aficionado a las mujeres y a los perfumes, a quien se anuncia una fragancia acre jamás percibida antes en un baile de máscaras, que lo lleva a la Perfumería de Madame Odile a descubrir quien pudo haber comprado un perfume tan especial. En otro momento histórico un hombre primitivo, posiblemente anterior al Homo Sapiens y al Neanderthal, desea a una hembra de otra horda y explica cómo es posible anticipar el destino a partir del aire. El último personaje es un baterista de una banda de rock que tras una noche de fiesta tiene que levantarse al baño y descubre entre las groupies desparramadas en el suelo la esencia de una pelirroja. A pesar de que los tres encuentran ese aroma tan seductor, lo pierden a su manera cada uno para después encontrarse con el hedor de la muerte de una manera muy particular y consecuente con su horizonte simbólico.

Bajo el sol jaguar trata de una pareja de intelectuales que viajan a Oaxaca para asistir a un congreso y durante su estancia notan que la relación entre ellos se encuentra a punto de colapsar. El marido hace ricas apreciaciones de la voracidad de su mujer y comienza a descubrir un aspecto ignorado de ella que reaviva la relación, algo ambiguo que oscila entre lo demoniaco y lo sagrado, igual que su mujer devorando los manjares urdidos por las monjas para excitar el cuerpo y la fe.

Un rey a la escucha narra la historia de un rey que ha ascendido al trono por medio de la traición y la intriga y que de acuerdo al protocolo real tiene prohibido levantarse de su trono, ergonómicamente diseñado para la satisfacción de sus necesidades, caprichos y deseos. No puede levantarse a pesar de ser el hombre más poderoso del reino, no oye de sus súbditos más que eco de los pasos y voces que le llegan a intensidades caprichosas intentando cosechar alguna que otra frase de los salones aledaños a la sala del trono, a veces una intelegible. Se recrea inventando el palacio que transitaba intrigando cuando era joven, cuando no sabía lo que implicaba convertirse en rey y al recordar su codicia y su poder a espaldas del rey comienza a esperar su muerte la puñalada el veneno y a reconstruir conjuras lancinantes.

Es un excelente libro y acaba de ser reeditado. Este libro establece un diálogo íntimo con Tótem y Tabú de Freud, se recomienda leer ambas obras sucesivamente sin importar el orden.

“No, Madame, no es eso a fe mía”, logré decir. “¡Lo que tengo que encontrar no es el perfume que se adapte a una mujer que conozco! ¡Lo que busco es la mujer: una mujer de la que sólo conozco el perfume!”

¿Pero cómo podría describir con palabras la sensación lánguida y feroz que había experimentado la noche anterior en el baile de disfraces cuando mi misteriosa compañera de vals con un gesto indolente había hecho deslizar el chal de gasa que separaba su blanco hombro de mis bigotes y una nube atigrada y flexible me había agredido las narices como si estuviera aspirando el alma de un tigre?